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domingo, 10 de abril de 2016

Dinero electrónico, tarjetas de débito y crédito. Comercio electrónico en Venezuela.



Uno de los hitos más importantes de la historia de la humanidad se vivió hace 2600 años en Asia Menor. En ése momento se conoció de la aparición de pequeñas monedas acuñadas en metal que empezaron a ser utilizadas por aquellas culturas como garantía al intercambio comercial, cada vez más intenso y amplio en el Mediterráneo. Así se dejaba atrás el trueque.
En la actualidad vivimos una revolución de igual importancia y proporciones en el comercio y la vida económica de las sociedades. Gracias al desarrollo de las telecomunicaciones e informática se está dando un paso adelante: la desmaterialización del dinero y su transformación en valores representados ahora en códigos binarios que se trasladan de un lado al otro del mundo otorgando el valor a las transacciones comerciales.
Es la aparición del dinero electrónico también denominado, por su principal característica, dinero móvil o e-money en inglés. El grupo de investigación del BBVA (2015) la describe como “…un instrumento financiero que almacena valor electrónicamente contra la recepción de fondos equivalentes por parte del emisor”. Se utiliza como medio de pago para servicios, compras, recargas aceptado por terceros y avalado por un emisor, quien garantiza su pago.
Requena y otros (2006) definen el dinero electrónico como un medio que permite al usuario realizar transacciones sin la necesidad de cargar con efectivo utilizando para ello el internet. No se trata, por lo tanto, de una nueva moneda sino un canal de uso e intercambio en forma electrónica del dinero físico.
Mediante la utilización de un dispositivo electrónico, puede transferirse entre usuarios diversos lo que la dota de la propiedad de ser efectivo al portador. El dinero electrónico es representado como un monedero virtual, una tarjeta de pago prepagada, tarjetas de débito, crédito y, más recientemente, dispositivos electrónicos como los teléfonos celulares.
Ya sea como tarjeta, como monedero virtual o dispositivo electrónico, el usuario tiene capacidad de utilizar su dinero a través de puntos de ventas, cajeros automáticos, lectores de tarjetas, computadoras. Se puede hacer transferencias de teléfono a teléfono u otras operaciones diversas.



Ventajas y desventajas del dinero electrónico

Entre las ventajas del dinero electrónico se destaca su facilidad de uso, su accesibilidad, la seguridad, la disponibilidad hasta aspectos diversos como la higiene y la ecología. Por sus características, el dinero electrónico funciona de manera complementaria a la plataforma móvil de la banca siendo, en la práctica, un sustituto del dinero físico representado por el papel moneda y las monedas.    
Otro de los aspectos que se debe tomar en cuenta es la necesidad de familiarizar al usuario con el dinero electrónico. Corresponde a un proceso de aprendizaje y reeducación intensiva a las sociedades por parte de los gobiernos y la banca sobre la validez e importancia del uso de esta forma de dinero. Es la llamada curva de aprendizaje del usuario.
Los bancos deben también desarrollar una red que permita homologar sus sistemas electrónicos con el uso de este dinero móvil para dar respuestas claras a las expectativas y necesidades de los usuarios. Los especialistas señalan (Diario Gestión, Perú, 2014), “que si esta red no es lo suficientemente sólida habrá problemas de liquidez y los usuarios van a desconfiar de esta herramienta”.
Entre las desventajas señaladas se encuentran, que por razones técnicas, el dinero no se encuentre a disposición del cliente, que se use este canal como mecanismo para facilitar  delitos como el lavado de dinero producto de actividades ilegales, financiamiento al terrorismo o que se pierda.

La visión internacional

El uso del dinero electrónico se ha venido consolidando a nivel mundial. Un ejemplo claro de esto es Dinamarca, país que se ha propuesto, a corto plazo, ser el primero que elimine el papel moneda y las monedas para sustituirlo por el dinero electrónico. Este año se prohibió el uso de dinero en efectivo en tiendas de ropa, estaciones de servicio y restauranes,
El Estado de Dinamarca fundamenta su decisión en la necesidad de eliminar los costes administrativos y financieros que implica el uso del dinero físico. Pero además de esta situación hay una realidad: todos los adultos en edad económicamente activa, tienen tarjetas de crédito ya que, desde el año 1990, los pagos en efectivo han caído: solo un cuarto de los pagos se hacen en efectivo.
Ecuador y Perú han decidido, como política de Estado, impulsar el uso del dinero electrónico a través de los servicios de la telefonía móvil. La razón es la lucha contra la exclusión financiera de la población ya que, en promedio, el 40% de la población activa no posee cuenta bancaria pero el 100 por ciento tiene acceso a telefonía celular.
En México la razón de impulsar el uso del dinero electrónico es el costo de reposición de los billetes viejos y deteriorados. Un estudio de la Universidad de Tuffs de los Estados Unidos señala que anualmente el estado mexicano invierte mil 250 millones de pesos, a los ciudadanos de ése país les cuesta 2 mil 300 millones de pesos en gastos relacionados con el manejo en efectivo e invierten 48 millones de horas al mes frente a los cajeros automáticos dispensadores de dinero en efectivo.
En ése mismo estudio, los profesores Bhaskkar Chakravorti y Benjamín Mazzota, indican que las razones para impulsar el uso de dinero electrónico por parte del Gobierno norteamericano se pueden dividir en dos: pérdida de tiempo productivo, en promedio un norteamericano utiliza 28 minutos al mes frente a un cajero electrónico para obtener dinero en efectivo. En segundo lugar, hay una evasión fiscal de más de 100 mil millones de dólares en pagos en efectivo que no se declaran. Es la llamada economía subterránea.  

Teléfonos móviles: el futuro (inmediato) del dinero móvil

Si bien la alianza entre el dinero electrónico y la banca ha sido el principal baluarte en el proceso de consolidación de esta herramienta de intercambio y comercio internacional el bajo índice de bancarización en Latinoamérica se constituye en el principal obstáculo para la masificación del uso del e-dinero.
Esta situación ha llevado, fundamentalmente desde el año 2014, a una nueva alianza para la popularización del uso del dinero electrónico y que incorpora a los operadores de telefonía móvil replicando la experiencia exitosa que se vive en otra región del mundo con problemas de bancarización: África.
Es la creación de opciones de uso de dinero electrónico basado en el uso de dispositivos móviles permitiendo que otros sectores de la economía, en este caso los operadores de comunicaciones móviles puedan emitir dinero electrónico. Es así como Perú, Uruguay, Paraguay, Colombia y Ecuador han activado sistemas de pago con dinero electrónico de servicios básicos, envío de encomiendas, entre otros aspectos a través de 30 operadores diversos.  
En este caso el usuario de cualquier celular podrá solicitar a su operador la incorporación de un menú que le sirve de plataforma de base para la operación mediante un sistema de recarga prepago que le permite hacer las transacciones de acuerdo a su valor sin la necesidad de dinero en efectivo.
El sistema permite un doble canal de acción: convertir dinero en efectivo a dinero electrónico y convertir este a dinero en efectivo. Otra de las operaciones que permite el uso del dinero electrónico a través del celular es la posibilidad de transferir de un usuario a otro, lo que amplía las posibilidades vinculadas al comercio electrónico. 
Hay razones de peso que alientan la incorporación de la telefonía móvil como canal para el uso del dinero electrónico. En principio, se estima que casi el 93 por ciento de las familias Latinoamericanas tienen acceso a la telefonía celular. Estos operadores cubren amplias áreas territoriales, tienen una base de datos que incluye a millones de clientes que no se encuentran bancarizados, también poseen una red de representantes y servicios que superan ampliamente a la red bancaria.
Para garantizar las operaciones se utilizan las mismas medidas de seguridad de cualquier servicio de pago en internet: el uso de clave, código de tarjeta, entre otras. Las empresas operadoras celulares que patrocinan este sistema señalan que la pérdida o robo del equipo no implica riesgo para el dinero electrónico del usuario que se mantendrá en la red hasta que lo requiera el usuario mediante el uso de su clave.

El caso venezolano

El uso del dinero electrónico en Venezuela va a la saga de los avances que se viven en el resto del continente. Se debe, fundamentalmente, a la situación económica del país que ha limitado el desarrollo de esta modalidad tanto en términos de comercio como en innovaciones incorporadas al mercado.
Las leyes venezolanas conciben el uso del dinero electrónico como un contrato por medios electrónicos entre partes a través de la red. Este contrato tiene un carácter obligacional ya que se transfiere la propiedad de un bien o servicio a cambio del pago mediante dinero electrónico cumpliendo con los principios legales del pago: universalidad, uniformidad, celeridad y seguridad en la operación.
Barroso y otros (2002) desarrollan una investigación sobre el tema del uso del dinero electrónico en Venezuela en la que concluyen sobre los aspectos más destacados de la relación del usuario nacional con este mecanismo de pago. Entre otros aspectos indica que el usuario siente extrañeza al no sentir materializado el dinero: es decir, todavía existe desconfianza al usuario “no ver” el dinero. A esta situación hay que sumar que, en la actualidad, la escases de productos diversos en farmacias y redes de abastecimiento impulsan a los expendedores a solicitar dinero en efectivo para la compra de productos, lo que desestimula el uso de dinero electrónico.
Hay que sumar el no estimado el fenómeno del denominado “bachaqueo”, una economía subterránea, vigente y de pleno uso del dinero en efectivo lo que consolida el hábito de uso del dinero en efectivo. 

Las tarjetas de débito y crédito


Las tarjetas electrónicas o inteligentes basadas en tecnología de chip se han convertido en el medio de pago con dinero electrónico más usado en la actualidad. Las de débito vinculan el pago de un bien o servicio a la existencia de una cuenta bancaria que posee el usuario por lo que algunos definen las tarjetas de débito como herramientas financiera que sustituyen a los cheques.
Por su parte las tarjetas de crédito son instrumentos por medio del cual los tarjetahabientes pueden diferir el cumplimiento de pagos de servicios que son asumidos frente al vendedor, por una entidad financiera. El usuario queda obligado frente a la entidad en el pago de las cuotas diferidas y sus respectivos intereses.
En ambas casos el chip opera como un microprocesador que reúne la información básica del cliente, datos de seguridad y elementos de comunicación con puntos de venta u otros servicios de intercambio comercial.
En nuestro país el Estado reconoció estos instrumentos de pago como canales de uso del dinero electrónico el aprobar, en el año 2008, la Ley de Tarjetas de Crédito, débito, Prepagadas y demás tarjetas de financiamiento o pago electrónico. Con esta norma se otorgan a los usuarios derechos, se establecen garantías y mecanismos de seguridad en las operaciones por ella amparadas.
Ése mismo año la Superintendencia de bancos (Sudeban) emitió dos instrumentos legales vinculados al tema del uso de tarjetas y el comercio: Normativa de Tecnología de Información, Servicios Financieros desmaterializados, Banca electrónica, virtual y en línea. Este instrumento se refiere a la operatividad de la banca para garantizar la seguridad de todas las operaciones con dinero electrónico y la banca en línea. Para el 2011, Sudeban publica una normativa que regula el uso de los servicios de la banca electrónica que ratifica el tema de la implementación de sistemas seguros.
Un estudio del Banco Central de Venezuela publicado el 11 de febrero del 2016, indicó que, para el 31 de diciembre del 2015, existían en el país 424.638 puntos de venta en 347.977 negocios afiliados en el país que aceptaban tarjetas de crédito. Se suman 41.472 puntos que solamente aceptan tarjetas American Express de BOD.
En el caso de las tarjetas de débito además de los puntos indicados hay que sumar la existencia de 10.429 cajeros automáticos. En cuanto a los montos transados un informe de Datanalisis reseñado por Salmeron (2015) en la página Prodavinci, indica que el uso de las tarjetas de crédito creció en 45% al cierre del 2014, esto debido, fundamentalmente, a que el usuario estaba financiando gastos del hogar (alimentos) mediante este instrumento en supermercados y abastos, clínicas y farmacias además de operaciones de avance en efectivo.
La tarjeta de crédito representa el 17,9 % del total de los préstamos en Venezuela. La conclusión de los especialistas es que el venezolano está utilizando el crédito bancario como un ingreso adicional de cierre de mes.

El Comercio electrónico en Venezuela



Para analizar el tema del comercio electrónico en Venezuela hay que identificar algunos hitos importantes. En primer lugar el desarrollo de internet en nuestro país. Barroso y otros indican que entre 1980 y 1996 la incipiente internet fue de uso exclusivo de la comunidad científica y académica en la red SAICYT que conectó algunos nodos nacionales con la Universidad de Princeton.
En el año 1996, Conatel marca otro hito al otorgar concesiones a siete proveedores locales para ofrecer servicios de conexión a internet, lo que puso la red de redes al alcance de todos y abrió la compuerta para operaciones comerciales. Eso significó un desarrollo acelerado de la actividad en redes y por ende, el establecimiento de internet desde la perspectiva del comercio.
Ese año hicieron su aparición los primeros motores de búsqueda nacionales como Auyantepui.com y Chevere.com además de la presencia en redes de los principales medios nacionales: elnacionalonline y el universal digital.
Las primeras empresas de comercio nacional identificadas fueron teleflores.com y locompro.com. Se ubica a estas empresas como parte de la primera fase del comercio electrónico en Venezuela ya que en esta fase no se cerraba el ciclo de cobranza ya que para ello se utilizaba la plataforma tecnológica de la banca extranjera lo que obligaba al usuario el pago en dólares por sus transacciones.
En el año 1997 nace el primer internet banking nacional. La de Banco Mercantil lo que permitió ofrecer plataforma de servicio nacional en el comercio electrónico. Ése mismo año SAICYT se transforma en la red Reaccium en el plano académico para el año siguiente ya esta red pasa a administrar el dominio .ve. Durante el año 1998 la empresa venezolana Cabletel pasa a ser la primera en ofrecer acceso comercial a internet a través de fibra óptica.
En esta ruta acelerada de cambios en el sector la empresa CANTV ofrece en el año 1999 el primer servicio de correo electrónico gratuito y tarifa plan para el acceso a internet lo que le dio un impulso notable al comercio electrónico. De hecho, meses después nace la Cámara Venezolana de Comercio Electrónico, Cavecom-e.
En el marco de una acelerada competencia Telcel introduce el primer mall de comercio electrónico nacional a través del portal mipunto.com: el primer sitio venezolano que utilizó la plataforma bancaria local para completar las transacciones de compra en línea. Paralelamente la empresa Magnabyte ofertó el primer servicio B2B con identidad e-comerce en Venezuela.
La evolución del comercio electrónico en Venezuela se puede medir a través de los siguientes indicadores. En el año 1999 se negociaron 800 millones de dólares en B2B, pero solo 5 millones en B2C en operaciones que involucraron a 852 mil personas. La razón de este bajo nivel de transacciones para el comercio electrónico fueron, a juicio de los expertos, tres: desconfianza y novedad en el canal, poco atractivo en la oferta, y la valorización superlativa que hacía el venezolano al poder ver y probar los productos antes de comprar.
16 años después, para el 2015, la Cámara Venezolana de Comercio Electrónico señala en un informe que el 60,33% de la población usa internet y solamente 3% de la población realiza transacciones de comercio electrónico. Se traduce esto en 3,4 millones de compras al mes, 70% de ellas en servicios y 30% en productos entregables. 1200 millones de dólares al cierre del 2014 en monto global esperando conocer las cifras del 2015, en las cuales se estima un crecimiento del 40% en volumen de artículos vendidos pero montos similares al cambio ya que los precios de los productos fueron más baratos.
Cavecol hace una clara descripción de este mercado: “marginal, insípido y contraído”. Un mercado en donde no se cumple el ciclo natural del canal de comercialización (comercialización, transacción, pago y facturación electrónica) ya que el último paso del proceso no se aplica en el país al no existir una Ley de Comercio Electrónico que ya tiene tres años en fase de proyecto en la Asamblea Nacional.


Siguiendo la línea del desarrollo del comercio electrónico en el resto de Latinoamérica, en Venezuela la telefonía móvil se incorpora como canal para el uso del dinero electrónico. De hecho este año el Banco Provincial (BBVA) lanzó su producto de pago de servicios por teléfono acreditando los pagos mediante el uso de cajeros automáticos.
Este mecanismo, innovador en nuestro mercado, aún está lejos del desarrollo alcanzado en otros mercados del subcontinente en donde ya se ha dejado de lado la exclusividad en el manejo del dinero electrónico por parte de la banca, siendo otros los emisores y respaldo, en este caso operadores de telefonía móvil.
Visa internacional contrató a la empresa Euromonitor un estudio sobre la proyección del mercado de comercio electrónico en Latinoamérica. Una de las principales conclusiones de este informe es determinar que el e-comercio tendrá un crecimiento promedio de 13% en todo el subcontinente para cerrar el 2018 con operaciones de 85 mil millones de dólares.
Esta conclusión se encuentra respaldada por un informe elaborado por la empresa Easy Solutions que ubica al comercio electrónico como el segundo canal de distribución minorista en crecimiento. Otro de los aspectos destacados del informe es determinar que 31% de los latinoamericanos con cuenta bancaria no usan internet para sus transacciones comerciales, 47% la usan más de una vez al mes y 21% menos de una vez al mes.
En Venezuela, a pesar de la contracción económica y otras limitantes, hay un espacio claro para la creatividad y la innovación en el sector del comercio electrónico. En marzo de este año, la alcaldía de Naguanagua, en el estado Carabobo, presentó el primer proyecto en país de ordenanza para la creación de una zona de comercio electrónico.
El objetivo es transformar al municipio en la capital venezolana del comercio electrónico protegiendo a emprendedores y empresas ofreciendo incentivos y protección a la creación dirigidas al sector. La alcaldía apoyará todo el proceso de legalización de estas empresas, incentivos fiscales, parafiscales y la permisología correspondiente.
Es claro que el futuro inmediato del comercio electrónico está más relacionado a la incorporación de la plataforma de telefonía móvil, la ampliación de sus potencialidades y servicios. El paso de pagos de servicios y bienes por el sistema prepago a la vinculación de estos pagos a cuentas bancarias personales, servicios de crédito y bancarios en general es fundamental para este desarrollo.

El teléfono móvil como banco está a la mano.

Referencias
Barroso, M., Herrera,M., Spira, Raquel (2002) Situación actual del comercio electrónico en Venezuela. Universidad Católica Andrés Bello y Escuela de Organización Industrial de España. Proyecto final. Caracas, p.p (1,2)

Dinero electrónico en Latinoamérica. Informe del Grupo de investigación de BBVA España. Abril 2015, publicado en la página web https://www.bbvaresearch.com/wp-content/uploads/2015/05/Situacion_Economia_Digital_3.pdf. Fecha de consulta: 02-04-2016

¿Sabe que es el dinero electrónico y cómo sacarle el jugo? Edición 06 junio 2014. Gestión, Diario de Negocios Perú.

Los beneficios del dinero electrónico. Diario El Comercio. Publicado el 05 mayo de 2015, en página web: www.elcomercio.com/actualidad/dinero-electronico-transacciones-tips-banco.html.

Proyecto de ordenanza para creación de zona de comercio electrónico. Publicado en Somos Noticia, 11 marzo de 2016. Consultado en página web: http://www.somosnoticias.com.ve/noticias/presentado-proyecto-de-ordenanza-para-creacion-de-zona-de-comercio-electronico
  
Salmeron, V. (2015) Tarjetas de crédito en Venezuela: una burbuja a punto de explotar. Prodavinci Artículo periodístico. Publicado en página web http://prodavinci.com/2015/05/11/actualidad/tarjetas-de-credito-en-venezuela-una-burbuja-a-punto-de-explotar-por-victor-salmeron/. Consultado el 05/04/2016

Karen E. Requena M. y otros: "El dinero electrónico y la desaparición de los medios de pago tradicionales en países subdesarrollados" en Observatorio de la Economía Latinoamericana Nº 57, marzo 2006.


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